domingo, 6 de febrero de 2011

ENSEÑAR GEOGRAFÍA:
UN RENOVADO DESAFIO EN LA PRÁCTICA EDUCATIVA
Adriana Mercedes González
Profesora y Licenciada en Geografía
Especialista en Docencia Universitaria
(Segunda parte)

      La Geografía constituye un camino esencial para entender la globalización, las formas de organización de los espacios, los problemas ambientales consecuentes de la explotación de los recursos naturales, los cambios en el mapa político del mundo, la construcción de los ambientes en el tiempo y en el espacio, el manejo de los recursos a través del tiempo, los riesgos y catástrofes naturales, las políticas demográficas, la movilidad espacial de la población, el papel del Estado, la expansión de la economía, las desigualdades sociales, la diversidad cultural frente a la globalización, etc. Constituyen además, en la actualidad, temas de interés general que la Ciencia Geográfica ayuda a comprender en sus aspectos más complejos. Es sin duda, que para la  enseñanza es imprescindible identificar los problemas que surgen en el análisis de estos temas y proponer alternativas de solución.
      Urbanistas, ambientalistas, economistas, sociólogos, historiadores y antropólogos se interesan a diario por la dimensión territorial. Es aquí, que la Geografía debe argumentar fuertemente sus bases epistemológicas para sostener el surgimiento  de las formas de organización del espacio y el espacio como  realidad socialmente construida. Confirma ésta postura, Milton Santos, cuando sostiene que la Geografía constituye un camino esencial para entender la globalización ya que “una razón global única se manifiesta en forma específica en cada lugar. La Geografía se convierte en una disciplina esencial cuando se trata de apuntar soluciones o caminos para mejorar la vida de las sociedades y de las personas”.
            En segundo lugar, retomando el interrogante sobre qué debe cambiar en la enseñanza de la Geografía, es posible reflexionar sobre:
Una mirada retroactiva acerca de nuestra formación y de las concepciones teóricas sobre las cuales se asentó la misma en el nivel terciario, reconociendo el proceso de aprendizaje llevado a cabo como alumnos, las ausencias, las falencias y las fortalezas en el saber, saber hacer y saber ser.
Una mirada en el presente, del rol que desempeñamos, en una institución y contexto determinado, sobre lo que hacemos y no hacemos; otorgando sentidos a nuestra labor diaria y pensando en los sinsentidos encontrados a menudo, trabajando sobre las asechanzas a esos sentidos y reconociendo los condicionamientos que la evolución de la ciencia y la tecnología han planteado a la formación de alumnos. El paso del desconocimiento al conocimiento de la construcción social del ambiente se produce por mediación del Profesor de Geografía, quien debe prepararse para ejercer ese rol, apoyándose en requisitos fundamentales, tales como: madurez pedagógica, interlocución, umbral pedagógico, corresponsabilidad comunicacional, pasión pedagógica, certidumbre pedagógica y empatía. Mediar con la cultura, mediar desde el currículum y desde la institución educativa son desafíos para cualquier docente en la actualidad.
            Educar para la incertidumbre, para gozar de la vida, para la significación, para la expresión, para convivir y educar para apropiarse de la historia y la cultura constituyen en estos tiempos, aspectos fundamentales para explicar el sentido de la educación, en general. Educación con sentido, educa a seres humanos que llenan de significados cada aprendizaje realizado, cada situación presentada por el docente y pasa por la capacidad de criticar esos sentidos y los sinsentidos encontrados. Como docentes y como geógrafos, debemos intentar llevar a la práctica estas alternativas de educar para captar y trabajar la atención de los alumnos.
            Es válido además, contemplar en la enseñanza de la Geografía distintas instancias de aprendizaje, dirigiendo siempre la mirada hacia la relación entre dos o más de ellas, para permitir enriquecer la enseñanza y para permitirnos crecer como profesionales y como humanos. Esas instancias son: aprender con la institución, aprender con el educador, aprender con los materiales, medios y tecnologías, aprender con el grupo, aprender con el contexto y aprender consigo mismo.
HOY, sabemos que la ciencia Geográfica ha evolucionado y su enseñanza no debe recaer en el estanco de nombres y cifras y en esperar la memorización de los mismos por parte de los alumnos; si no que, nuestra mirada debe ir más allá, imaginando nuevas aplicaciones en el campo de las ciencias.
            ¡Imaginemos por un  momento, una Geografía capaz de llevar a delante estas renovaciones en el seno de su enseñanza! ¿Qué más podríamos desear? 
Publicado: Diario El Independiente- La Rioja, Viernes 25 de Mayo de 2007 

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