EDUCAR PARA EL CAMBIO

LIC. ADRIANA MERCEDES GONZÁLEZ

VILLA CASTELLI

            “Los jóvenes necesitan un ámbito donde sentir que son la posibilidad y la esperanza de un cambio. Los docentes tenemos la oportunidad de hacer que la escuela sea ese ámbito”, decía Mónica Marquez.

            Pero la realidad nos demuestra otra cosa, otros ideales, otras divergencias. Democracia o tráfico?¿compra o venta?¿inocencia o picardía?¿demanda o descontrol?¿pobreza o mala distribución de ingresos?¿voto consciente o aprovechamiento insaciable?¿ilusión o desengaño?¿deshonestidad o intolerancia?. Son interrogantes que están a la luz en el ciudadano que piensa y siente su pueblo en cada acto electoral en la Localidad de Villa Castelli. Las generaciones jóvenes necesitan un ámbito donde confiar sus proyectos de vida, ese ámbito seguramente, no lo determina la democracia, no en Villa Castelli, no en La Rioja, no en Argentina. Tampoco lo brinda o lo genera la vida política de quienes creen engañarnos, de quienes dicen amar al pueblo, de quienes dicen tener raíces profundas, de quienes dicen amar a la Patria, de quienes dicen interesarse por la educación de nuestros hijos. Ellos, son nada más que financistas, que ofertan el futuro de niños, jóvenes y adultos, los confunden, les mienten pintando una ilusión que el zonda puede llevar en la primera ráfaga de Noviembre. Ellos, que no viven las inclemencias del tiempo, ellos que no carecen de necesidades, que no apuestan a construir un mañana desde un “nosotros”, que no se sienten aislados de todo placer urbano, de recreación y ocio, que no conocen ni siquiera las funciones para las cuales fueron elegidos, que implantan la dádiva y la doctrina pasajera, que compran el voto de varios inocentes: a ellos, dedico este artículo, que escribí en Junio y que por determinadas circunstancias se publica hoy.

            ¿De qué manera la escuela puede brindar la oportunidad de que ese cambio sea posible?, si las escuelas se han convertido en unidades básicas que apoyan y promocionan un ideal político o que conspiran contra otro, donde todo lo que se organiza está auspiciado por tal o cual línea política, donde muchos dicen no recibir nada a cambio, donde algunos son afectados por resolución a trabajos pasivos por agotamiento físico y lo cumplen respaldando la publicidad de un partido político. Pero, se caratula de loco/a y tonto/a al que piensa, al que escribe y al que expresa y de triunfador al que miente, al que vende a un pueblo, al que falsifica documentación, al que engaña.

            Quizàs! En éste contexto de valores en desuso, entre tanta mentira y tanta falsedad, desde los adultos, se siembre un poquito de esperanza para dar un puntapié inicial al trabajo de nuevos labriegos que aprendan a amar la tierra, el trabajo y el capital local. De esta manera estaremos luchando ante la desilusión de muchos jóvenes que ven frustrado su futuro y condenados a vivir en una sociedad que los adultos y sufragantes ilegales forjaron a su gusto y placer.

            ¡PERSISTENCIA!

Publicado: Diario El Independiente. La Rioja, Viernes 16 de Noviembre de 2007