viernes, 25 de julio de 2014

Análisis de Sociedades Complejas


Modernidad reflexiva
Lic. Adriana Mercedes González

INTRODUCCIÓN
El Seminario de Análisis de las Sociedades Complejas, planteado por el Dr.Blazquez, procuró conectar a los estudiantes con dos temáticas fundamentales en las sociedades contemporáneas: La nación y las relaciones de sexo/género.
El presente trabajo se encuadra en el análisis de las sociedades complejas y tiene como propósito indagar en las interpretaciones de la cultura a partir de la selección de dos textos: el texto de Clifford Geertz titulado “La interpretación de las culturas”  (el capítulo 2 “El impacto del concepto de cultura en el concepto de hombre”) y el texto de Richard Schechner “Performance: teorías y prácticas interculturales” (capítulo I “¿Qué son los estudios de performance y por que hay que conocerlos?”). De las mismas se discutirán estas lecturas teóricas a la luz de datos etnográficos de nuestras propias sociedades complejas.
Se discutirán diversos conceptos presentados por los autores y se reflexionará acerca de las posturas de los mismos desde enfoques diferentes. Clifford Geertz se posiciona desde los estudios antropológicos y Richard Schechner desde los estudios de las ciencias humanas, biológicas y sociales: de la historia, de los estudios de género, del psicoanálisis, etc., es decir se posiciona desde la interdisciplinariedad.

LA INTERPRETACIÓN DE LAS CULTURAS
El análisis de las sociedades complejas desde distintas posturas teóricas nos permite expandir las fronteras del pensamiento. Distintas posiciones teóricas pueden o no coincidir con la interpretación de la cultura. Aun así, todo es pasible de volver a ser pensado, conocido, disfrutado.
Clifford Geertz (1973) constituye el representante de la Antropología simbólica. Es un teórico contemporáneo que centró su interés en el papel del imaginario o símbolos en la sociedad ya que los define como el marco de la actuación social.
Richard Schechner (1994) es un crítico que expresa de manera narrativa el mundo en el que vivimos sosteniendo que es un ambiente teatralizado y performativo donde todo es juego de superficies y efectos. De esta manera, nos introduce en los estudios de performance desde la construcción teórica hasta la disciplina académica.
Ambos autores analizan como la sociedad se construye: desde las formas simbólicas y desde la performatividad, de manera que coinciden en pensar que las culturas se chocan, se influyen y hasta se interfieren, hibridizándose con energía.
Geertz define a la cultura como un sistema de concepciones expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales la gente se comunica, perpetúa y desarrolla su conocimiento sobre las actitudes hacia la vida. Es por ello, que considera que la función de la cultura es dotar de sentido al mundo para hacerlo comprensible y el papel de los antropólogos es intentar interpretar los símbolos claves de cada cultura. Habla entonces de la descripción densa para referirse a tales interpretaciones: “el nacimiento de un concepto científico de cultura equivalía a la demolición de la concepción de la naturaleza humana que dominaba durante la Ilustración y a su reemplazo por una visión no sólo más complicada sino enormemente menos clara. El intento de clarificarla, de reconstruir una explicación inteligible de lo que el hombre es, acompañó desde entonces todo el pensamiento científico sobre la cultura” (Geertz, 1973). Después de haber buscado y encontrado la complejidad, los antropólogos se empeñaron en ordenarla.
La Antropología intenta orientarse hacia un concepto más viable del hombre, un concepto en el que la cultura y la variedad de la cultura se tuvieran en cuenta en lugar de ser consideradas como caprichos y prejuicios. Y a la vez, apartarse de la concepción de la naturaleza humana unitaria. Esto significa para Geertz “sostener la idea de que la diversidad de las costumbres a través de los tiempos y en diferentes lugares no es una  mera cuestión de aspecto y apariencia, de escenario y de máscaras de comedia, es sostener también la idea de que la humanidad es variada en su esencia como lo es en sus expresiones”. Al respecto, Richard Schechner (1994) afirma “vivimos en un ambiente teatralizado y performativo. Se hace política de un modo que es difícil separar el efecto y la sustancia. Todo se construye, todo es juego de superficies y efectos, lo que quiere decir que todo es performance: del género, al planeamiento urbano, a las  presentaciones del yo en la vida cotidiana”.
Clifford sostiene que para estudiar la cultura desde la Antropología es imposible aplicar una teoría determinada y que la única manera de estudiarla es a través de la experiencia y de la observación del investigador. A la vez, afirma que las manifestaciones de la cultura deben ser estudiadas capa por capa, desde la más externa (donde los símbolos culturales se manifiestan de manera más clara) hasta la más profunda (donde se encuentra la matriz de estos símbolos). Todo ello, lo fundamenta desde su experiencia en numerosas investigaciones etnográficas (en temáticas relacionadas a la religión, comercio, desarrollo económico, estructura política, vida aldeana y familiar, diversidad étnica) en distintos lugares del SE asiático y Africa del Norte. Intentó situar al hombre atendiendo a sus costumbres desde la concepción que él llamó estratigráfica mediante la cual, hombre es un compuesto en varias capas conformadas por  las relaciones entre los factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales de la vida humana. Según esta concepción sostiene: “Cuando analiza uno al hombre quita capa tras capa y cada capa como tal es completa e irreductible en sí misma; al quitarla revela otra capa de diferente clase que está por debajo. Si se quitan las abigarradas formas de la cultura encuentra uno las regularidades funcionales y estructurales de la organización social. Si se quitan éstas, halla uno los factores psicológicos subyacentes que les presentan su apoyo y las hacen posibles. Si se quitan los factores psicológicos encuentra uno los fundamentos biológicos-anatómicos, fisiológicos, neurológicos- de todo el edificio de la vida humana” (Geertz, 1973).
En cambio, Richard Schechner (1994) explica que un modo de comprender la escena de este mundo confuso, contradictorio y dinámico es examinarlo como performance: “Los estudios de performance utilizan un método de amplio espectro. El objeto de esta disciplina incluye los género estéticos del teatro, la danza y la música, pero no se limita a ellos; comprende también ritos ceremoniales humanos y animales, seculares y sagrados; representación y juegos; performances de la vida cotidiana; papeles de la vida familiar, social y profesional; acción política, demostraciones, campañas electorales y modos de gobierno; deportes y otros entretenimientos populares; psicoterapias dialógicas y orientadas hacia el cuerpo, junto con otras formas de curación (como el shamanismo); los medios de comunicación. El campo no tiene límites fijos”. Continúa diciendo: “los estudios de performance son inter (en el medio) y por eso, inherentemente inestables, resistiendo y rechazando toda definición fija. El campo es más dinámico cuando opera entre el teatro y la antropología, el folklore y la sociología, la historia y la teoría de la performance, los estudios de género y el psicoanálisis, las instancias reales de performance y la performatividad, etc”.
Es así, que Geertz sostiene que el hombre es un animal jerárquicamente estratificado “una especie de depósito evolutivo en cuya definición de cada nivel (orgánico, psicológico, social y cultural) tenía asignado un lugar indiscutible” y que para conocer lo que realmente era el hombre, había que recurrir a otras disciplinas (Antropología, Sociología, Psicología, Biología) y de esta manera “la antropología podría determinar las dimensiones culturales en un concepto del hombre en conformidad con las dimensiones suministradas de análoga manera por la biología, la psicología o la sociología”. En breve, el autor quiere que se entienda la cultura en sus términos y con sus matices.
Clifford cree, al igual que Marx Weber y Durkheim, en el concepto de que el hombre está suspendido en una tela de araña de significados que el mismo ha creado y que para buscar explicaciones sobre esos significados, hay que utilizar como herramienta  la interpretación y no la teoría. Dentro de este proceso, utiliza la descripción densa para explicar que cualquier aspecto del comportamiento humano tiene más de un significado y la conducta es el movimiento con más capas significativas. Ante la búsqueda de estas explicaciones, el etnógrafo utiliza como herramienta el concepto de cultura. Cuando se refiere a la descripción densa, esta aludiendo al esfuerzo intelectual del investigador que trata de establecer relaciones, de seleccionar, de transcribir textos, de recoger genealogía, de trazar mapas de campos, de escribir diarios y otros. La actividad de pensar y reflexionar es constante.  Lograr hacer entender a otros es la base de la investigación etnográfica. En este panorama, la interpretación antropológica es la comprensión exacta del significado de los símbolos, y los antropólogos deben tener la habilidad de captar los hechos y lograr una descripción densa sabiendo diferenciar los símbolos mediante profunda interpretación. Si nos posicionamos en los estudios de las ciencias humanas, Richard Schechner (1994) se refiere a las culturas afirmando que las mismas se chocan, se influyen y hasta se interfieren. “Esos choques no son siempre políticamente correctos ni agradables. Las poblaciones y las ideas se mueve, empujadas por guerras y gobiernos despóticos, por fuerzas económicas a las que cortésmente llamamos mercado, por el internet y otras nuevas tecnologías de la comunicación” y continúa explicando que las consecuencias de este movimiento no son seguras (y critica a aquellos optimistas que creen que las nuevas tecnologías de la comunicación, la biología y las exploraciones del espacio nos conducirán a un mundo mejor): “La ecología del planeta se ve amenazada en varios frentes: población, distribución despareja de riqueza y de recursos, agotamiento de tierra arable, epidemias, el efecto de invernadero, etc”.
La forma más efectiva del tratamiento de la cultura, según Geertz, es bajo proyección de su sistema simbólico, aislando la relación de elementos y caracterizando todo el sistema de alguna forma con el citado simbolismo y su interpretación. El antropólogo interpreta reconstruyendo lo que ocurre separando por épocas, lugares, informaciones hasta dejarlo vacío de contenido para obtener una buena interpretación hasta el centro de la misma. Al antropólogo se le plantean interpretaciones y análisis más abstractos de conocimientos de grandes realidades, cuyo conocimiento debe ser considerado para contrastar en asuntos complejos, como el poder, la fe, la opresión en el trabajo, el amor por historiadores, economistas, etc. “el antropólogo cavila sobre lo verdadero y lo insignificante, vislumbrando, o por lo menos así lo cree, fugaz e inseguramente, la alterada, cambiante, imagen de sí mismo” (Geertz, 1973). Para Richard Schechner (1994), la forma más efectiva del tratamiento de la cultura es a través de los estudios de performance, ya que define a una performance cuando en una cultura particular, la convención, la costumbre y la tradición dicen que lo es: “las performances marcan identidades, tuercen y rehacen el tiempo, adornan y remodelan el cuerpo, cuentan historias, permiten que la gente juegue con conductas repetidas, que se entrene y ensaye, presente y re-presente esas conductas”.
En conclusión, Clifford cree en el concepto de que el hombre está suspendido en una tela de araña de significados que el mismo ha creado y que para buscar explicaciones sobre esos significados, hay que utilizar como herramienta  la interpretación y Richard Schechner afirma que los estudios de la performance trabajan a través de los puntos de contacto y de yuxtaposiciones, separando y conectando seres humanos y las telas de significación que nuestra especie sigue tejiendo.

Bibliografía de consulta:
-Geertz, Cliford. 1987.  “El impacto del concepto de cultura en el concepto de hombre” en La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa.

-Schechner, Richard. 2000. Performance. Teoría & Prácticas interculturales. Buenos Aires. Libros del Rojas. UBA. Capítulo 1.

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